Andrés Perelló*
El proceso de Barcelona supuso, sin duda, un enorme progreso en la cooperación mediterránea a nivel político y comercial, pero sus ambiciones económicas y sociales no se han visto todavía concretadas. Es evidente que queda mucho por hacer para avanzar hacia un modelo global de desarrollo sostenible para toda la región euro-mediterránea. Por ello, la UpM será el principal instrumento superador de estas carencias, trabajando bajo el objetivo prioritario de desarrollar el máximo de mecanismos de cooperación entre los países de la región para reducir nuestras diferencias económicas, sociales y políticas.
La UpM está llamada a jugar un papel esencial en la búsqueda de soluciones a nuestros problemas comunes en ámbitos como el agua, la energía, el cambio climático o las cuestiones marítimas, entre otros. Reforzar el diálogo y la cooperación e instaurar un clima de confianza y de paz son elementos esenciales para la estabilidad y la seguridad de la región y, por lo tanto, para asegurar su sostenibilidad.
Para avanzar en el desarrollo sostenible, se debe dar prioridad a determinados ejes de cooperación, de los que vamos a hablar en esta mesa redonda:
– la cooperación energética, que convendría ampliar a otras fuentes de energía alternativa y reforzar las redes nacionales de energía;
– la cooperación en el sector de las PYMES, como herramienta indispensable para el desarrollo y la creación de empleo;
– la cooperación en el campo de la prevención de la contaminación marina;
– la cooperación en la cuestión del acceso al agua, incluyendo la prevención de conflictos en este campo;
– la cooperación en transferencia de tecnología, ciencias y educación, muy especialmente con el refuerzo de la Universidad Euro-mediterránea.
En este sentido, es esencial que no sufran más retrasos los proyectos Euromed que se refieren a la descontaminación del Mediterráneo, a los corredores marítimos y terrestres y al plan solar mediterráneo.
La cooperación medioambiental debe servir para garantizar el que es uno de los derechos humanos fundamentales: el derecho a la calidad de vida en un entorno adecuado. Las políticas medioambientales comunes, que contribuirán sin duda a mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos, también están en relación directa con la lucha contra la exclusión social. Se trata de favorecer un desarrollo económico equitativo entre las dos orillas del Mediterráneo, de manera que superemos las grandes disparidades sociales y económicas existentes.
En definitiva, tal y como el Parlamento Europeo ha subrayado en numerosas resoluciones, la consecución de un desarrollo sostenible para la región se basa en reforzar la dimensión social, cultural y civil de la cooperación euro-mediterránea y no limitarse, en esta nueva fase que se abre con la UpM, al establecimiento de simples acuerdos comerciales.
ALGUNOS DATOS SOBRE CONTAMINACIÓN Y CAMBIO CLIMÁTICO
EN EL MEDITERRÁNEO
. La principal amenaza para el ecosistema mediterráneo son la alta concentración humana en sus costas y también el creciente tráfico marítimo, con el consecuente riesgo de vertidos por el transporte de crudo.
. El Mar Mediterráneo abarca más de 20 países de tres continentes.
. La población, en su conjunto, supera los 400 millones de personas distribuidas en 584 ciudades.
. Tiene 750 puertos turísticos y 286 comerciales. Los puertos petroleros son 82.
. Comprende más de 46 mil kilómetros de costas.
. Acoge la actividad de 13 plantas de producción de gas y 180 centrales termoeléctricas.
. La renovación de sus aguas superficiales lleva entre 80 y 100 años.
. El Mediterráneo es atravesado anualmente por más de 200 mil embarcaciones de grandes dimensiones.
. En las aguas mediterráneas se puede encontrar 38 miligramos por metro cúbico de alquitrán pelágico, contra 10 miligramos del mar de los Sargazos, 3,8 en el mar del Japón o los 2,2 de la corriente del Golfo de México.
. Entre 100 mil 150 mil toneladas de hidrocarburos terminan anualmente en las aguas del Mediterráneo.
. Desde 1985 se han registrado en el Mediterráneo 27 grandes accidentes con naves petroleras que han derramado más de 270 mil toneladas de hidrocarburos (el más grave fue el accidente del Haven, en 1991 frente a las costas de Génova y con el derrame de 134 mil toneladas de hidrocarburos). En el Mediterráneo se registran, además, un promedio de 60 pequeños accidentes, en los que 15 ven involucradas a naves que derraman petróleo o sustancias químicas.
. En el Mediterráneo hay actualmente 110 especies exóticas aparecidas debido al cambio climático. Sólo en el Canal de Sicilia fueron detectadas 10 nuevas especies originarias del Mar Rojo y 12 del Océano Atlántico.
* Andrés Perelló es Diputado al Parlamento Europeo, miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, y de la Delegación en la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea.